miércoles, 27 de abril de 2022

LA JUVENTUD COLOMBIANA: ENTRE LA CRISIS Y LA TEMPLANZA


Colombia es un país donde los problemas sociales son el pan de cada día, hemos sido una nación tristemente golpeada por la violencia y los jóvenes son los hijos de esta guerra,  y quienes cargan con los vestigios de un país golpeado y debilitado, representado por un Estado que durante años ha sido irresoluto. 

Los análisis en torno a la situación socio cultural y económica de nuestros jóvenes no han sido para nada esperanzadores, más sin embargo, es este grupo poblacional el que representa el rostro de la esperanza, es la nueva generación que si bien ha sido degradada no está dispuesta a agachar la cabeza, sino que está dispuesta a luchar. 

Para entrar en contexto, es preciso citar el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) que en vísperas de la celebración del Día Internacional de la Juventud publicó el  “Análisis de la situación dela juventud en Colombia”. Dicho análisis fue desarrollado en el contexto de un paisaje desafiante para el país en lo que supone a garantizar derechos fundamentales a las juventudes, derechos tales como el acceso a la salud y a llevar una  vida digna y libre de violencia.

Ahora bien, dicho análisis evidencia  el inmensurable reto de Colombia para garantizar los derechos de la juventud, debido a que los jóvenes de  nuestro país enfrentan un monumental desafío en cuanto a lograr ser preceptores de un proceso de avance  económico y social que permita, a su vez, disminuir los índices de  pobreza , de desigualdad social y económica que transgreden la estabilidad y la convivencia.



Por lo que en este mismo orden de ideas, esto supone  un objetivo difícil de lograr, pero que aun así puede ser factible por medio de la aplicaciones políticas con un enfoque diferencial en cuanto a juventudes, sobre todo en  lo que respecta a las mujeres, dado que en nuestro país las problemáticas sociales tienen cara de mujer y, aunque, este tema es demasiado amplio y no existe una solución como tal. 

Si es posible puntualizar en algunos temas que puedan hacer mutar el paisaje desesperanzador del país, como por ejemplo:


 primero trabajar en el fortalecimiento de  programas de salud pública y de atención con una orientación regionalizada que permita  comprender  la compleja multiplicidad en cuanto al territorio nacional.


segundo garantizar el acceso en todas las zonas del país  a una educación de calidad que sirva para formar ciudadanos independientes, y conjuntamente  enfocarse en la construcción de la paz, entendiendo esta no solo como un cese total del fuego, sino, como un elemento de superación para afrontar situaciones como la violencia, la pobreza, la desigualdad, marginación y exclusión.


De acuerdo a los datos recopilados por UNFPA, para el primer periodo del año 2021 según las estadísticas, por cada dos personas que se encuentren desempleadas, de forma proporcional existirán tres jóvenes sin ocupación, dichos datos se asemejan lamentablemente a  las estadísticas de desempleo en jóvenes para el año 2004 lo que se traduce en un enorme retroceso.

 Estas cifras de desempleo en jóvenes son más que preocupante, sobre todo teniendo en cuenta que al fin y al cabo altas tasas de desempleo conducen al surgimiento de graves consecuencias sociales y económicas que pueden ser determinantes en el desencadenamiento de problemáticas sociales como las altas tasas de criminalidad

Conjuntamente el porcentaje de jóvenes desempleados que adicionalmente no se hallan matriculados en ningún plantel educativo equivale a un 27,7%, en el caso de las mujeres es igual a un 38,1% aproximadamente y para los hombres es alrededor del 17, 4%, cifras que terminan por evidenciar una cruel realidad de nuestro país dado que por cada siete hombres desempleados y que no se hallan matriculados en un plantel educativo existen diez mujeres en la misma situación.


De igual forma los jóvenes del país tampoco están exentos de la violencia ya que según la Red Nacional de Información, de las 7.307.996 víctimas de desplazamiento forzado que existen el país un 41.3% son población joven, de igual forma los jóvenes del país son víctimas de otros tipos de violencia ya que según el análisis realizado para el “2020 la cantidad de casos por presunto delito sexual en mujeres jóvenes fue de 3.279, y en mujeres adolescentes 2.678”. (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 2020).

por lo que, finalmente debemos evitar el uso de frases cliché y bastante trilladas como “los jóvenes son el futuro” con las que solo se evade la necesidad y obligación de trabajar no solo por los jóvenes sino de la mano de estos en pro de la garantizacion y reconocimiento de sus derechos en tiempo presente.